Cuando queremos dar un aspecto más personal a nuestra casa recurrimos a piezas murales como cuadros, marcos y espejos. Ellos se encargan de poner un toque de color o de reflejar nuestra imagen en recibidores, salones o dormitorios. Si lo que quieres es enriquecer el espíritu y revivir buenos momentos, opta por cuadros alegres o por marcos en los que colocar tus mejores fotografías. En cambio, si prefieres un complemento que además cree una mayor sensación de amplitud, no lo dudes, lo tuyo son los espejos: redondos, cuadrados, barrocos... Pero, ¿para qué elegir si puedes tenerlo todo?