Se han convertido en las alfombras favoritas de esta temporada. Frescos, ligeros y tremendamente estilosos, los kilims tradicionales se alían con el color para crear ambientes exóticos y con carácter. Estas piezas de pelo corto elaboradas en yute y lana son perfectas para el verano, ya que las propiedades térmicas de la lana hacen que también aíslen el calor. Desde sus orígenes, los kilims no solo se encontraban fácilmente en las viviendas de las castas más altas, sino también en las más humildes y los pueblos nómadas que las usaban como suelo móvil en el desierto. Sus texturas, de hecho, están tejidas de forma que la arena no pueda traspasarlas. Los vivos colores, sus fascinantes patrones geométricos y las riquísimas texturas de estas alfombras artesanales las convierten en las preferidas a la hora de vestir los suelos.