Delimitan espacios, amortiguan el ruido y, sobre todo, crean ambientes agradables y muy decorativos. Nos referimos a las alfombras, piezas fundamentales en el salón o el dormitorio que también se cuelan en nuestra zona de trabajo o, incluso, en la cocina. Eso sí, para sacarles el máximo partido debes intentar elegir y colocarlas bien. Aquí te contamos cómo.