Permanecían escondidas aguardando su momento, pero ahora, las cómodas clásicas, los estampados con solera o todas esas piezas con pátina se han sacudido el polvo para volver a convertirse en objetos del deseo de nuestra decoración. Sin embargo, no todos hemos conservado aquellos tesoros de nuestra abuela… ¡No pasa nada! Porque hemos reunido una colección de piezas con el valor de ese encanto heredado, pero que en realidad son nuevas. Aportan personalidad, sabor y calidez sin tener que ser restauradas.