Ha llegado el momento de refrescar el baño. De prestar un poquito de atención a este espacio y transformarlo en tu spa privado. ¿Cómo hacerlo sin necesidad de grandes intervenciones? Muy sencillo: ¡cambiando la cortina! Aunque ligera, una vez descorrida es una de las piezas que más superficie visible tiene en el baño. Por eso, escoger un diseño fresco, divertido, un guiño personal o simplemente un tono que combine con el resto es el primer paso. Los textiles de baño como toallas y alfombras son el segundo paso. Además de renovar el look, estarás también haciendo un favor a tu piel, mimándola con riquísimas texturas a estrenar. Para que tu momento spa sea completo, no te pierdas los fantásticos albornoces en 100% algodón, muy absorbentes y de rápido secado. ¡Mímate!