Lealtad, fuerza, sabiduría, confianza… El azul está lleno de simbología y su asociación con el mar es casi inevitable. Esta tonalidad fría no solo es sedante y sereno, sino también refrescante. Índigo, cobalto, turquesa, pompeya, aguamarina, zafiro, celeste, marino… Esta selección recorre todos sus matices que combinan con un luminoso blanco en busca de espacios relajantes y estilosos.