Vivimos rodeados de tecnología, sin tiempo para disfrutar de los pequeños placeres de la vida, las experiencias y las personas. Así que no resulta extraño que surjan tendencias que reclamen una vuelta a nuestros orígenes. Estas se reflejan incluso en el cuarto de baño, convirtiendo este espacio en un oasis de bienestar después de una agotadora jornada.