Nada de estridencias para esta casa en la que reinan las tonalidades neutras. El blanco y el beige son los colores predominantes, que solo ceden ante accesorios plateados o dorados que dotan al espacio de una dulce elegancia romántica. La serenidad que se desprende de las formas de los muebles de esta colección crea un ambiente lejos de presiones y estrés, cuatro paredes en las que refugiarnos del ajetreo diario para disfrutar de los placeres mundanos de la vida. Sumérgete en los sonidos de la naturaleza y disfruta del día que tienes por delante.