Tan opuestos como simbióticos, el blanco y el negro son los colores esenciales por excelencia. Dos tonos neutros, de elegancia atemporal, que no solo son una apuesta segura en la moda, sino también en la decoración. Esta selección rinde homenaje al binomio más trendy con lámparas de sobremesa escultóricas, jarrones geométricos, sillas icónicas, piezas de vajilla, marcos de fotos e incluso letras decorativas. Los pájaros y búhos de porcelana ponen el guiño natural de aire scandi a esta selección variada, creativa, pero con un leitmotiv muy claro: la apuesta por el atractivo del tándem black&white.