En 1972 Pere Ararà inauguró su primera tienda de cestería y muebles de ratán y médula. Poco más tarde, durante unas vacaciones en Tailandia, descubrió varias fábricas de muebles de teca y decidió importar alguna de estas piezas. De la grandísima acogida que recibieron estos muebles y del espíritu emprendedor de su fundador nació Brucs, una firma que entiende la decoración como una forma de transmitir emociones y con un claro objetivo: crear estados de ánimo a partir de la composición de ambientes únicos con piezas traídas de distintas partes del mundo. La madera es la piedra angular de esta colección. Olmo, pino y roble se mezclan con detalles de hierro, ratán, tela y abacá para crear un universo que aúna el exotismo colonial con una pizca de aire rústico y un toque industrial.