Tras una entrada rodeada por un precioso bosque repleto de ciervos, ardillas y cuervos se erige el castillo de Balmoral en el condado escocés de Aberdeenshire. Impresionada por su esplendor y magnificencia, la reina Victoria instauró como costumbre que esta fuera la residencia de verano de la familia real británica, por lo que sus interiores esconden tesoros en forma de lámparas, lienzos, cojines y muebles que desprenden el encanto de la realeza. Piezas como las que encontrarás en esta selección que hemos acompañado de tazas, bandejas y platos para disfrutar de la hora del té. So british!