Sois muy diferentes, algunos dirán que como la noche y el día, y sin embargo, os complementáis a la perfección. Por ello, os merecéis celebrar el triunfo de vuestro amor. ¿Cómo? Con una cena romántica de San Valentín donde disfrutar de un buen vino, la mágica luz de las velas y una mesa decorada con elegantes accesorios en blanco y negro. Opuestos, pero siempre atraídos el uno por el otro.