Escapar del frío urbano y sus helados bloques de hormigón hasta las altas laderas nevadas es uno de los mayores placeres del invierno. La decoración alpina es pura calidez. Imagina la escena: velas encendidas en unos candelabros en forma de asta sobre la repisa de la chimenea y una botella de champán en una cubitera para hacernos entrar en calor. El sofá, con un envolvente plaid apoyado en el respaldo y, en el centro, un baúl haciendo de mesa de centro. En esta colección no hay lugar para el frío. Inspirada en los cálidos refugios alpinos, te ofrecemos una exquisita selección que incluye carteles decorativos con escenas retro de esquí, mullidos cojines, candeleros plateados, faroles, cubertería con mangos de cuerno, espejos metalizados, relojes, mantas y muchos otros detalles para dar un toque de lo más chic a tu decoración de invierno.