Si hay unas fechas que precisen de un ambiente cálido y acogedor, son estas. Y más aún si las vivimos en un refugio tan encantador como este. Entra las paredes de maderas nobles y los grandes ventanales de este refugio conviven piezas clásicas afrancesadas y textiles gustosos que ponen la nota de calor. Un ambiente idílico para vivir en las montañas el sueño de una noche de invierno.