Nuestra cultura mediterránea es reconocida por su gran apuesta por la calidad de vida y la buena gastronomía. Las reuniones en la cocina son el pan nuestro de cada día. Lo llevamos en la sangre y este carácter mediterráneo queda reflejado en la decoración de nuestra cocina. La gastronomía, los paisajes, las tradiciones centenarias, el clima suave y un estilo de vida al aire libre, junto con las relaciones sociales, son los ingredientes para recrear una cocina puramente mediterránea.