Absolutamente imparciales y con una grandísima capacidad de adaptación, ¡los tonos neutros combinan con todo! Junto con los colores más llamativos se convierten en fieles compañeros que consiguen atenuar su fuerza para que el espacio se perciba más agradable; junto con el blanco crean ambientes serenos y dulces en los que entregarse al relax, y junto con el negro completan la decoración sin robarle protagonismo y presencia. Tanto si quieres decorar espacios con un look atemporal por el que no pasen los años como si buscas completar una decoración que ya desprende una notable personalidad, ¡los neutros se convertirán en tus mejores aliados!