Desde la cultura clásica nacida en la antigua Grecia existe una fuerte ligazón entre el campo y el romanticismo. Los amantes se comparan con elementos de la naturaleza y se extasían con el aroma de una flor o con un paseo por el bosque antes de confesar sus pasiones durante la puesta de sol. Así, en esta colección hemos rescatado el imaginario de este romanticismo con piezas cottage elaboradas en deslumbrante madera blanca y accesorios a todo color para llenar de dulzura cualquier rincón de la casa.