El invierno es un momento perfecto para refugiarse en casa, junto al fuego, bajo un suave plaid y con un delicioso té caliente en la mano. Pero aún mejor es hacerlo en un paraje como los Cotswolds, una región del sur de Inglaterra donde el cottage británico cobra pleno sentido. La vista se pierde en parajes de refrescante verdor, aire puro y casas donde la madera, los tonos neutros y las líneas clásicas son protagonistas. Elementos que inspiran esta selección de muebles de patas torneadas, pufs de crochet, lámparas románticas y detalles como cestas faroles, jarrones, etc. ¡Puro encanto cottage!