La Ruta de la Seda no fue la única vía comercial que nos descubrió el continente asiático. Durante el s. XV, mercaderes de diversos países se adentraron en tierras asiáticas para adquirir asombrosas piezas y especias como el clavo y la nuez moscada. Hoy te proponemos un fastuoso viaje a este paraíso con una selección de antigüedades originarias de la China. Piezas únicas que seducen por su exotismo, carácter místico y capacidad para dar un sugerente giro a nuestra decoración.