Es ley de vida (o eso dicen). Con el paso de los años, vamos haciéndonos más maduros, más expertos, más sabios… Lo que nos gusta ahora puede que lo odiemos en la década posterior. A los 40 llega la hora de apostar por una decoración más pensada. Nos apetece incorporar piezas más robustas y puede que nos apetezca un mobiliario distinto. Te mostramos lo que no te puede faltar a esta edad.