El Pazyryk es quizá el primer modelo de la historia, aunque no se puede saber con total certeza, ya que el origen de las alfombras se remonta más de 500 años antes de Cristo. Desde entonces, a pesar de que ha pasado muchísimo tiempo, estos accesorios siguen marcando la diferencia en cualquier espacio, añaden calidez y una gran dosis de estilo. Lux Lab apuesta todavía por la fabricación artesanal para sus coloridas colecciones hechas de algodón, viscosa y lana, e inspiradas en alfombras tradicionales como el Kilim, procedente de los territorios comprendidos entre los Balcanes y Paquistán. Diferentes composiciones, estampados geométricos y tonalidades que van cambiando para una colección de sabor étnico para espacios con personalidad.