El sabor de oriente, mágico e imaginativo, se ha hecho un hueco en la decoración desde que a través de la Ruta de la Seda empezaron a llegar pequeños tesoros desde diferentes puntos de Asia hasta Europa occidental. Aunque los rasgos de sus piezas son radicalmente distintos a nuestra tradición estética, a pequeñas dosis se convierten en objetos clave para añadir exotismo, personalidad y sabor a cualquier interior. Esta selección te ofrece las claves para que demuestres que en la decoración el buen gusto también está en la variedad.