Como suele decirse, las cosas no son blanco o negro: hay muchísimos matices de color gris. Este tono, en toda su amplísima variedad, es uno de los neutros más agradecidos, pues sea cual sea su intensidad, combina con todo el resto de colores. Junto con el blanco, el otro protagonista de esta selección, crea una atmósfera serena, elegante y refinada. Piedra, pizarra, antracita… sea cual sea el matiz, ¡el gris es la clave!