La brisa nórdica llega más fresca que nunca, impregnada de una dulce nostalgia que mira al pasado. El metal no es el único protagonista de estas piezas scandi perfectas para una casa en la montaña, sino que los colores pastel reivindican también su papel principal. Sillas y lámparas de metal se mezclan con la delicadeza del cristal y la belleza majestuosa de los chandeliers, mientras las alfombras en tonos tierra se encargan de abrigar y arropar el ambiente. Rosa, lila, verde, azul… los tonos pastel salpican los accesorios como candelabros, boles, marcos, cestas y dulces plaids para endulzar tus tardes invernales.