Estilosos, frescos, encantadores e incluso románticos. Los nórdicos se ganan su buena fama a pulso, y es que han conseguido una personalidad única que ha cautivado la mirada del mundo entero. Hablamos de los objetos de decoración, por supuesto. Alfombras de yute, pufs redondos de crochet de lo más trendy, sillones con atractivos estampados, jarrones decorativos, rústicas vajillas de gres, duces campanas de cristal, lámparas de techo en metal, gustosos cojines y accesorios que se inspiran en la más bella naturaleza. Brisa fresca y esencia acogedora, un tándem que nunca falla.