Decía el pintor impresionista Monet que su verdadera obra maestra era su jardín. Un espacio donde la luz cobra vida propia con el único objetivo de hacernos felices: alimentando las flores, calentándonos y albergando nuestras horas más placenteras. Y para añadirle confort hemos decidido convertirlo en un auténtico salón-comedor exterior donde no pueden faltar las resistentes mesas, sillas, sofás y tumbonas de ratán, teca o aluminio, los cojines y manteles más coloridos o las velas para iluminar las charlas bajo las estrellas. Esta temporada, ¡vive al exterior!