Las antiguas tradiciones se fusionan con la vida moderna para enriquecer un estilo con personalidad propia. Una estética que mezcla historia y tradición y que encuentra su inspiración en el Japón tradicional. Espacios meditados en los que se respira calma, una belleza sobria, neutra y muy rústica capaz de impactar de forma positiva en nuestro estado de ánimo.