Ramas de eucalipto, plantas suculentas, ramas con frutos del bosque, hortensias, dalias e incluso granadas, higos y ciruelas ¡que parecen de verdad! Hoy abrimos las puertas a nuestro jardín de otoño donde las formas y tonalidades iluminan cada rincón. Eternas, resistentes e indudablemente bellas, estas flores apenas necesitan cuidados, no atraen plagas ni insectos y, ¡no se marchitan jamás!