Con la llegada del buen tiempo la perspectiva del fin de semana cambia por completo. Al abrir la ventana y ver los rayos de sol, la cabeza ya empieza a planear cómo empezar el día de la mejor manera: ¡con un desayuno en la terraza! Siéntate cómodamente en las sillas completadas con preciosos cojines y disfruta de un buen zumo y unas tostadas servidas en una preciosa bandeja de madera de teca. ¿Llamamos a unos amigos? Disfruta de su compañía y de los rayos de sol en la tumbona rodeados de un oasis de plantas y flores en macetas de metal envejecido y preciosas jardineras. Son estos días los que, sin darte cuenta, se alargan hasta altas horas de la mañana. Algo de picar, una copa a la luz de las velas con exóticos faroles y, simplemente, gozar de la brisa nocturna bajo las estrellas. ¡El plan perfecto!