Convertirse en un gran anfitrión no es solo cuestión de actitud y don de gentes o de unas habilidades culinarias excepcionales. Cuando recibes invitados, ¡todo cuenta! La primera impresión es básica, y esa se consigue con la imagen. Y en este caso, la imagen es la decoración. Esta selección apuesta por las piezas en blanco con un look muy refinado. Muebles de corte clásico con patas torneadas y acanaladas inspiradas en los estilos más ricos de los periodos de regencia francesa junto con exquisitas mantas y plaids de suaves fibras que añaden el toque acogedor para que tus huéspedes se sientan a gusto. ¡Es hora de sentarse a la mesa! En este momento hacen su aparición estelar las eternas vajillas de porcelana blanca y las exclusivas piezas de loza de La Cartuja de Sevilla. Ahora tienes todos los ingredientes para convertirte en el mejor de los anfitriones.