Los espacios en lo que predominan los toques orientales hablan de relax y sensibilidad. Los colores vivos adquieren protagonismo en sus textiles, así como en los muebles, los suelos y las paredes, donde los estampados geométricos y florales están muy presentes. Además, los materiales naturales son un aliado perfecto en el estilo oriental, en el que prima la funcionalidad de los espacios.