Formas puras, piezas diáfanas y mucho blanco. Estos son los tres pilares que definen la filosofía minimalista. ¿La esencia? Construir cada espacio con el mínimo de elementos posibles y eliminando lo superfluo. Una búsqueda constante de la belleza formal que pretende realzar el valor de cada pieza. Así, en esta colección las formas geométricas se alían con los tonos blancos, transparentes y plateados para moldear un exquisito elenco de muebles: sillas, butacas, mesas de comedor, espejos, consolas… Una apuesta de serenidad y pulcritud para dar a tu casa un toque de equilibrio y elegancia moderna.