Caja de café
Hay algunas bebidas sin las cuales no podríamos concebir nuestro día a día; por ejemplo, el café. Esta bebida de origen africano se ha asentado en nuestra cultura de manera sorprendente y ya no podemos imaginarnos las mañanas sin él. Para muchos, el café es una manera de animarse y despertarse del todo, otros lo ven más como una bebida en torno a la cual socializamos o una excusa para salir a la calle. Lo que está claro es que el café no deja indiferente a nadie.
En Westwing somos amantes del café y más aún de toda la gama y variedad de productos que hay alrededor de esta magnífica bebida. En primer lugar, necesitamos una buena cafetera con la que preparar nuestro café, así como un molinillo para picar el grano. Por último, para que se conserve bien, tendremos que guardarlo en una caja de café.
¿PARA QUÉ TENER UNA CAJA DE CAFÉ?
Muchos se estarán preguntando cuál es el sentido de tener una caja o una lata para el café, cuando ya lo compramos empaquetado y se puede guardar perfectamente así. Pues bien, una caja de café nos ofrece muchas ventajas y no solo por su gran valor estético. El café tiene unas propiedades determinadas que no queremos que se pierdan y para ello tenemos que conservarlo debidamente. Si entra en contacto con el aire, esto puede hacer que el café se oxide y pierda las propiedades, por lo que tenemos que guardarlo en un bote totalmente cerrado,, como una caja de café. Además, no debemos exponerlo a la luz. Otro consejo para una conservación óptima del café es almacenarlo en el frigorífico, ya que las altas temperaturas también facilitan la oxidación del café, así como la pérdida de sus aromas naturales. No obstante, no sería la primera vez que guardamos el café en su paquete original en el frigorífico y al no estar debidamente cerrado, se cae y el contenido se desparrama. Para evitarlo, no hay nada mejor que guardarlo en una caja de café herméticamente cerrada.