Para transformar una casa en un refugio donde tener tiempo para ti lejos del tumulto debes buscar una decoración marcada por la calidez. Debe ser acogedora y debe hacernos olvidar el frío que hace fuera. Para eso, la madera es la opción más recomendable. Si queremos conseguir además un estilo romántico, hay que decantarse por los tonos pastel, como los azules, rosas y grises para textiles, suelos y paredes. Los accesorios, de madera y metal, en forma de faroles, marcos y portavelas y los materiales y texturas que deben ser suaves y agradables al tacto.