Mi baño hamam
¿Sueñas con tener tu propio hamam? Un espacio elegante, ideal para el relax y con un toque exótico que te ayudamos a dar forma en el cuarto de baño de tu casa gracias a algunas sencillas claves.

El origen de este tipo de baños surge en las regiones persas, árabes y turcas. La gente acudía al hamam a bañarse, pero también era un lugar para relajarse y socializar.
Un poco de historia
Los primeros baños tipo hamam fueron construidos en torno al año 600 D.C. por los árabes, inspirados por los antiguos baños romanos y griegos, y después, los turcos también se sumaron a esta cultura. Originalmente, el hamam era un espacio reservado solo a los hombres, pero luego se convirtió en un lugar muy popular entre las mujeres ya que les permitía salir de casa y tener un sitio para hacer vida social.
Un hamam en casa
La idea es conseguir un cuarto de baño relajante y exótico, sea cual sea su tamaño. Para ello, puedes probar a decora las paredes con mosaicos para dar de inmediato un aspecto de hamam. Conseguirás el mismo efecto si eliges unos vinilos para la pared que reproduzcan los estampados de azulejos. Si prefieres darle un toque refinado puedes optar por usar “tadelakt”, un revestimiento de cal típico de Marrakech que es brillante e impermeable y que adquiere una apariencia similar al mármol. Se puede utilizar tanto para las paredes, como para el suelo, el techo o incluso la bañera.

Azulejos en el suelo
Para el suelo, lo ideal es que uses también azulejos. ¿Buscas una solución más sencilla? Entonces piensa en un suelo de vinilo o linóleo. Prueba a añadir unas alfombrillas de baño con diseños exóticos para que le confieran mayor encanto.
Colores relajantes
Los colores son muy importantes para hacerte sentir como en un auténtico baño turco. Elige diferentes tonos de azul, turquesa, verde, lavanda, crema y oro. Si decides poner paredes de “tadelakt”, opta por el gris, el beige o el marfil y añade algo de color mediante la decoración de una pequeña parte con azulejos azules. ¿Eres fan del monocromo? Incluso los azulejos de mosaico en blanco y negro le darán a tu baño un estilo de baño árabe.

Iluminación acogedora
Para crear una auténtica atmósfera hamam hay que prestar atención a la iluminación. Añade unas lámparas del techo procedentes de Marruecos o incorpora puntos de luz que iluminen suavemente los azulejos o los grifos. ¡Y no te olvides de encender unas velas! Le darán a tu espacio un aspecto muy acogedor.
El toque final
Como broche de oro para la decoración de tu baño como si de un hamam se tratara incluye suaves toallas, foutas, cuencos de madera, jabones y difusores de aroma y un espejo enmarcado en tonalidades doradas.

El ritual hamam
Una vez tenemos nuestro hamam en casa, es hora de disfrutarlo. Os ofrecemos una breve guía para que llevéis a cabo su auténtico ritual:
- Jabón negro: usa una pastilla del tradicional jabón de oliva negro que servirá para hidratar y suavizar tu piel.
- Esponja vegetal para exfoliar: deshazte de las células muertas de tu piel aplicándole un masaje exfoliante con este tipo de esponja.
- Rhassoul o ghassoul: es una arcilla mineral que se utiliza para purificar y refrescar la piel y el cabello. Contiene sílice, hierro, potasio y sodio, entre otros muchos elementos naturales.
- Aceite de argán: para finalizar el ritual, aplícate un suave masaje con aceite de argán por el cuerpo y el cabello. La mejor forma de protegerlos y cuidarlos.
Créditos: Living4Media / Fotolia.