En Noruega hace mucho frío, por ello, las prendas tradicionales de abrigo se elaboran con la lana que allí producen las ovejas de tipo merino. Una fibra natural que permite que la piel transpire y la aísla del frío y con la que también se elaboran otros accesorios, como los plaids de esta selección. Suaves, calentitos y perfectos para arroparnos con ellos en nuestro sofá o butaca.