Los kilims se diferencian de las alfombras en que no tienen pelo. ¿La razón? Las fibras, en vez de anudarse sobre la urdimbre, se tejen con ella formando hilos entrecruzados como una tela. Y todo con estampados que las antiguas tribus orientales transmitían de generación en generación otorgándoles significados de buena fortuna, protección, etc. Piezas que ahora también puedes combinar en tu casa.