Los inviernos nórdicos son largos, oscuros y fríos. ¿Esto desmoraliza a los escandinavos? Sorprendentemente, no. De hecho, los suecos, noruegos y fineses celebran la temporada más fría del año con una dosis extra de calidez: las pieles, un elemento clave durante esta temporada. No solo consiguen crear ambientes acogedores, sino que se llevan más que nunca. Mira con qué maestría lo consiguen.