Sofisticado, sobrio, puntual y muy educado, el perfecto caballero inglés se reinventa para adaptarse a las últimas tendencias. Un gentleman moderno cuyo carisma se refleja también en su vivienda. Espacios industriales que se visten a la última con piezas de gran personalidad, como el sofá Chester, y reminiscencias decorativas que recuerdan a los sofisticados clubes británicos.