“La culpa de todo la tienen Nela y Brot”. Aseguran los fundadores de la marca. Estos dos nombres son los de sus galgos, adoptados en 2010, que se han convertido en su fuente de inspiración. Tras buscar para ellos collares cómodos, de calidad y con estilo, se dieron cuenta de que no existían. Fue entonces cuando decidieron revolucionar este sector creando collares de diseño, hechos a mano y con estampados de tendencia. Pero, aún hay más, pues Brott destina el 5% de los beneficios a asociaciones protectoras de animales. Perros con estilo, ¡y diseño solidario!