Tic, tac… La Navidad está a la vuelta de la esquina y no hay mejor forma de esperarla que un calendario de adviento para que toda la familia cuente la larga espera de la manera más divertida. Su origen se remonta en la Alemania del siglo XIX pero hoy en día se han popularizado y exportado en distintos modelos. Tradicionales, modernos, fabricados en madera o en papel. ¿Todavía no tienes el tuyo?