La historia de Cerabella comienza a finales del s.XIX cuando Francesca Abella montó un pequeño obrador de cirios en el barrio del Raval de Barcelona. Hoy en día esta firma sigue dando rienda suelta a la creatividad y sigue apostando por las formas, los aromas y los colores para ofrecernos una amplísima gama de velas que invita a celebrar veladas inolvidables bajo las estrellas.