Cocinar, poner la mesa o incluso recoger son momentos perfectos para practicar mindfulness. Esta práctica consiste en mantenerse concentrado en el aquí y ahora siendo plenamente conscientes de lo que estamos haciendo. Por tanto, mientras cocinas y elaboras los platos, debes respirar y poner rigurosa atención en cada gesto disfrutando del momento presente con los cinco sentidos.