Esta delicada villa cuenta con vistas a un hermoso lago. Por sus ventanas penetra la cálida luz del sol, que queda reflejada en los muebles blancos afrancesados. La vegetación que la rodea se cuela en el interior en forma de plantas y flores destinadas a alegrar cada rincón. Y los muebles de forja se encargan de llenar de romanticismo el jardín. Un look clásico de aire muy primaveral y fresco.