Se tiende a pensar que el gris es un color aburrido y carente de vida y nada más lejos de la realidad. Si hay un color que da juego y permite infinitas combinaciones, este es el gris. Su extensísima gama de tonalidades dota cada espacio de una elegancia y sofisticación únicas y los inundan de su carácter y saber estar. Para ganar, solo hay que saber jugar con él. ¿Te animas? ¡La cosa va de grises!