El sur de Francia dejó huella en la obra de Pablo Picasso. El pintor español transcurrió sus veranos del exilio en la Provenza, donde descubrió la magia de los pueblos de piedra, la luz más pura del Mediterráneo y la paleta de colores que alumbró a impresionistas como Cézanne y Van Gogh. Descubrimos los rincones que inspiraron sus obras en estas tierras de sol y lavanda.