No sabemos si es por la primavera, que dicen que la sangre altera, o es que el tiempo soleado nos pone de tan buen humor que sacamos lo mejor de nosotros mismos: nuestro lado romántico. Igual que los interiores, que se visten en tonos neutros y blancos, con accesorios en fibras naturales y junto a piezas que son auténticos clásicos del romanticismo. Todo para celebrar que el amor está en el aire.