El blanco y el negro son dos colores opuestos que complementados crean una combinación clásica, pero siempre acertada. Al tratarse de tonos neutros, los podrás complementar con el resto de decoración sea cual sea tu estilo: ambientes modernos y minimalistas, clásicos y elegantes, nórdicos… Crea espacios únicos con lámparas en estos colores y déjate conquistar por este binomio del éxito.