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Los termos no solo son extremadamente prácticos, sino que también pueden ser un artículo de cocina decorativo. Ya sea para el té, como cafetera o incluso para sopas: los termos tienen propiedades para calentar o enfriar y son un compañero ideal tanto en la cocina como en los desplazamientos.
Los termos son recipientes de doble pared con vacío entre las paredes. Este espacio sin aire asegura el aislamiento térmico, lo que significa que se pierde mucho menos calor que con una olla clásica.
Consejo: para mantener caliente el termo durante un tiempo especialmente largo, lavalo con agua caliente antes de llenarlo.
Están disponibles con diferentes cierres y en diferentes tamaños. Los termos con tapa suelen contener de 0,5 a 1 litro de líquido. Y uno con tapón de rosca suele tener una capacidad de 1 a 1,5 litros. Los termos con una taza como tapa para café o té, por otro lado, suelen tener un volumen de hasta 5 litros.
Dado que las bebidas en el termo deben mantenerse calientes o frías durante el mayor tiempo posible, los materiales que aíslan bien son ideales. Estos incluyen, por ejemplo, una carcasa de metal, acero inoxidable o plástico. La porcelana o el vidrio, en cambio, son menos recomendables. Además de los diseños modernos y sencillos, las jarras y garrafas con propiedades aislantes para el hogar o para llevar también se pueden descubrir en un estilo escandinavo limpio y clásico, así como en tonos pasteles y festivos.
Con un sencillo truco casero, puedes hacer que el material de tu termo vuelva a brillar. Simplemente llenalo con agua caliente y agrega un paquete de polvo de hornear o bicarbonato de sodio. Alternativamente, puedes optar por una cucharada de vinagre. La mezcla debe dejarse por una hora o más, dependiendo de la resistencia de la suciedad. Luego colóquele la tapa o tapón y agite vigorosamente. Finalmente, anjuaga bien la botella termo con agua limpia y tibia.