Las damas de antaño contaban siempre con un vestidor entre sus dependencias. Un espacio consagrado a la belleza, la feminidad y la elegancia donde podían relajarse en la intimidad mientras se arreglaban para enfrentarse a las tareas cotidianas o los grandes eventos sociales. Un paraíso romántico al que también podemos dar forma en pleno siglo XXI. Para ello, te ofrecemos esta selección especial de delicados muebles de madera, llamativos maniquíes de forja, costureros, joyeros o relojes de aire vintage. Dulces accesorios imprescindibles para las princesas más modernas.